2023, ¿inflación o deflación?.

Como cada fin de año, muchas personas por tradición suelen pedir deseos o hacer propósitos que cumplir en el nuevo año entrante. Mientras muchos de estos deseos pueden ser bajar de peso o simplemente hacer más ejercicio, otros podrían ir más allá y mirar por la cartera cuando vamos a hacer la compra deseando que bajen los precios. Dejando atrás 2022, el Índice de Precios al Consumo promedio en España, según CEOE, ha sido del 8,5%. Sin embargo, a pesar de pasar de situarse la inflación al 6% en diciembre, tal y como podemos observar en la siguiente gráfica, los precios parece ser que siguen cayendo desde julio-agosto. ¿Realmente es beneficiosa una fuerte deflación en estos momentos?.

A nivel mundial, el propio Fondo Monetario Internacional ha afirmado recientemente que se espera una caída general de la inflación entorno al 4,7%. Desacelerándose aún más el crecimiento del PIB mundial. Pese a la fuerte subida en los precios de la energía o en los tipos de interés, actualmente el precio de materias primas como el petróleo, el trigo o el cobre sigue a la baja, tal y como podemos ver en Economía3. Si llegara a producirse una fuerte caída en los precios, podría provocar graves consecuencias como el cierre de empresas al verse reducidas sus ganancias, como consecuencia de ello el aumento del desempleo, aumento del ahorro por la pérdida de poder adquisitivo tras los despidos, y con ello, el inicio de un ciclo que se retroalimentaría empeorando progresivamente la situación. Además, desde el propio FMI tras sus estudios, se está hablando sobre una recesión mundial que afecte hasta a un tercio del mundo. Un claro pesimismo que muestra la exdirectora de la organización Kristalina Georgieva que avisa, del riesgo de la expansión de una crisis de deuda entre las economías emergentes en 2023.

Tal y como podemos ver en la siguiente gráfica de bankiter , esta bajada de la inflación aparenta ser progresiva y por lo tanto, no debe traer graves consecuencias. Sin embargo, todo está a expensas de la influencia de la evolución de los precios del gas y la electricidad principalmente.

Otro factor determinante para la evolución de la economía mundial es la situación de américa latina. Región en la que podemos observar un bajo crecimiento económico, acompañado de una fuerte inflación y unos tipos de interés altos, todo ello mientras las monedas locales continúan debilitándose frente al dólar y el capital extranjero busca nuevas fronteras. Uno de los principales problemas que presentan algunos de estos países es la importancia que tiene la exportación de  materias primas en sus respectivas balanzas de pagos. Provocando así que, a pesar de que puedan subir algunos precios, sean menos competitivos en la exportación de otros bienes y servicios.

Uno de los principales focos de atención para saber qué va a ocurrir este 2023 en cuanto a precios es la Reserva Federal de Estados Unidos. La cuál, con todos sus actos puede repercutir sobre cualquiera de las regiones económicas del mundo debido al posicionamiento del dólar. Un Fed, que con el fin de bajar la inflación que sufren los americanos, continua con la subida en los tipos de interés hasta situarlos en diciembre de 2022 a un 4,25% frente a los 3,75% que figuraban en noviembre de ese mismo año, tal y como nos muestran los datos de Datosmacro. La clave de la cuestión es, hasta qué punto debe y puede subir los tipos de interés, sin provocar una recesión en suelo americano que se propague por todo el mundo.

Concluyendo, es casi impredecible saber como se van a comportar los precios de cara a el inicio de cada ejercicio económico. A pesar de los datos que manejan organizaciones como el Fondo Monetario Internacional, es imposible conocer las variables que puedan surgir ajenas a cualquier dato tales como la invasión rusa de Ucrania o el Covid-19. Hechos que nadie sabe cuando ni donde van a ocurrir, ni mucho menos las consecuencias sociales, políticas o económicas que puedan traer consigo. En cualquier caso, tanto una fuerte inflación si esta no esta acompañada de un aumento de salarios como una fuerte deflación, son perjudiciales para toda la economía en su conjunto.